Bitácora

Viajar es también escribir. Guardar un detalle para volver a leerlo más tarde​. Anotar el cambio de luz en una servilleta, pegar una hoja seca entre páginas, escuchar cómo el viento interrumpe una frase.

En Liquen pensamos la bitácora como ese cuaderno que acompaña al explorador que recorre la Patagonia con lápiz y paciencia. No como turista apurado, sino como caminante que registra lo que le pasa, una emoción que aparece al ver un paisaje, el aroma a leña húmeda, el nombre de un ave que aprende a reconocer, la risa compartida alrededor de un mate​​.

Por eso este espacio existe: para narrar lo que sucede en el camino. Para dejar que las experiencias no terminen al final del viaje, sino que sigan creciendo en relatos, fotos, cuadernos colectivos y notas breves que se convierten en memoria compartida​​.

La bitácora de Liquen es, al mismo tiempo, archivo y relato vivo​​​​: cuadernos de viaje, imágenes, recuerdos materiales que se convierten en una conversación permanente con el territorio.